El término de Parafilia, hace referencia a una condición particular
relacionada con el ejercicio
de la sexualidad que ocurre en hombres y en mujeres que responden a ella de manera compulsiva, y que se encuentran fijados y obligados a
la dependencia de un estímulo inusual (una situación determinada, un lugar,
un tipo preciso de persona o de objeto sexual, ciertas técnicas) que puede
ser calificado como personal o socialmente inaceptable y que puede generarse
en la fantasía o experimentarse en la realidad, pero del cual se depende de manera exclusiva para iniciar de manera óptima y mantener la excitación sexual así como para la facilitación del orgasmo.
La parafilia se vuelve un problema cuando
el elemento antes mencionado está ausente (a veces es inalcanzable por ilegal, inmoral o porque resulta
muy caro) y
cuando causa malestar en la pareja sexual. Fuera del ámbito de la sexología moderna las expresiones de la
sexualidad son denominadas
con términos como “perversión”, “desviación”, “aberración” o similares, que resultan más valorativos o peyorativos que descriptivos.
Hasta donde se conoce en la actualidad, las
parafilias pueden tener su origen en el particular desarrollo sexual del individuo o una consecuencia de trastornos mentales y con cierta frecuencia ser síntomas de alteraciones neurológicas. Las personas con parafilias pueden verse impedidas para
lograr una vida sexual libre, flexible y estable por las consecuencias de las
mismas en la
pareja sexual. Decirle en estos casos al individuo que amplíe los estímulos que requiere y abandone la conducta parafílica no es suficiente.
El número de parafilias es muy grande, y estas pueden ser consultadas en el Diccionario de Filias
y Parafilias, pero las
más frecuentes son:
Voyeurismo
Tipo de parafilia en la que la excitación y el alcance del orgasmo
dependen exclusivamente del riesgo de ser descubierto mientras se observa a
otra(s) persona(s) en alguna actividad sexual.
Exhibicionismo
Tipo de parafilia en la que la excitación y el alcance del orgasmo
dependen exclusivamente
de la provocación de sorpresa o pánico en un extraño por medio de la exhibición ilícita de alguna
parte erótica del cuerpo, incluyendo los genitales.
Fetichismo
Tipo de parafilia en la que la excitación y el orgasmo dependen
exclusivamente del
uso de algún objeto, vestimenta, talismán, sustancia o parte del cuerpo del compañero o compañera sexual.
Fetichismo travestista
Tipo de parafilia en la que la excitación y el orgasmo dependen
exclusivamente del
uso de prendas de vestir del otro sexo.
Froteurismo
Tipo de parafilia en la que la excitación y el orgasmo dependen exclusiva
y totalmente de frotar el área genital en el cuerpo de un extraño mientras
se está en un lugar público.
Pedofilia (paidofilia)
Tipo de parafilia en la que la excitación y el alcance del orgasmo
dependen exclusiva
y totalmente de tener por compañero/a sexual a un niño/a, a un o una adolescente o a alguien que se encuentre en
un estado pre o peripuberal.
Masoquismo
Tipo de parafilia en la que la excitación y el orgasmo dependen
exclusivamente de
ser recipiente de abuso, tortura, castigo, disciplina, humillación u obediencia compulsiva.
Sadismo
Tipo de parafilia en la que la excitación y el orgasmo dependen
exclusivamente de
ser la autoridad que impone abuso, tortura, castigo, disciplina, humillación u obediencia.
Las personas con parafilias que acuden a
consulta, no dejarán de ejercer esta conducta sexual por un señalamiento que reprima o enjuicie la conducta.
Los consultantes deben saber que existen alternativas terapéuticas dentro
del área de la sexología que pueden ayudarle a reconstruir de forma saludable su
vida erótica en un ambiente de libertad, respeto y ante el ejercicio de los
derechos sexuales.
Suele ser necesario el apoyo terapéutico por lo que se espera del personal de
salud no un juicio valorativo, sino una explicación y orientación adecuadas que
permitan al consultante abrir el panorama de posibilidades para una vida sexual placentera y enriquecedora. Por otro lado, las parejas de individuos
parafílicos pueden
sentirse desplazadas, minimizadas o ignoradas ante el problema de la compañera o el compañero, por lo que es necesario explicarles que no es
un deseo controlable el que orienta en estos casos la conducta sexual.
El tratamiento suele utilizar intervenciones psicoterapéuticas basadas en técnicas
conductuales/cognitivas o regímenes
médicos basados en el uso de hormonas o de medicamentos psicotrópicos. La orientación cognitivo-conductual explica la adquisición y mantenimiento de las parafilias a través de los paradigmas del condicionamiento y de la formación de esquemas cognitivos (Muse, 1996). La gran mayoría de las parafilias se manifiesta en la pubertad, dando la impresión de que pueda existir una “ventana de oportunidad” por la cual el condicionamiento a estímulos sexuales es especialmente propicio durante esta época de la maduración.
La resistencia de las parafilias a ser extinguidas por técnicas puramente conductuales da la impresión de hallarnos ante condiciones adquiridas en un periodo de desarrollo crucial cognitivo. Por tanto, el cambio de conductas parafílicas suele requerir una intervención multimodal que interfiere con el aprendizaje anterior por condicionamiento clásico, operante y social, mientras que modifica esquemas básicos de la estructura cognitiva del individuo. Aunque las hormonas masculinas se hallan inherentemente implicadas en el mantenimiento de la motivación sexual, es el aprendizaje a una edad joven que determina la dirección del interés sexual y, por tanto, el uso de sustancias químicas en el tratamiento de las parafilias suele ser reservado como terapia adjunta a la psicoterapia.
Técnicas de Condicionamiento Clásico:
Las técnicas conductuales utilizadas en el tratamiento de las parafilias sexuales se han basado principalmente en la aplicación de métodos aversivos de extinción fundados en el paradigma del condicionamiento clásico. Terapéuticamente, se asocia un estímulo aversivo incondicionado con una respuesta condicionada no deseada. La esperanza terapéutica
es la de producir una nueva respuesta condicionada, tipo aversiva, en presencia de los estímulos condicionados provocadores de la respuesta sexual disfuncional
Técnicas de Aprendizaje Operante y Social:
Mientras que las técnicas de condicionamiento aversivo se basan en general en los principios del aprendizaje tipo clásico o respondiente, otras técnicas de aprendizaje no aversivas se basan principalmente en el condicionamiento instrumental u operante, y en el aprendizaje social (Muse, 1996). En cuanto al tratamiento de las diferentes parafilias, se ha aplicado con éxito el reforzamiento operante y el entrenamiento de habilidades sociales.
Biorretroalimentación. En el tratamiento de las parafilias, el paciente expuesto a estímulos parafílicos intenta mantener encendida la luz que corresponde a poca excitación y, a la vez, evitar la luz asociada con la excitación. Una vez que el paciente ha reducido o extinguido su excitación delante de los estímulos parafílicos, se le puede presentar la tarea de encender la luz asociada con excitación delante de la presentación imaginaria de estímulos deseables.
Técnicas de Masturbación. El placer que conlleva la masturbación
suele reforzar las fantasías e imágenes parafílicas, manteniendo de este modo el enlace entre estímulos y conductas parafílicas. Terapéuticamente, es posible programar la masturbación de manera que refuerce conductas alternativas a las parafílicas. Con tal fin, el conductista asigna la tarea al paciente de usar solamente imágenes no parafílicas durante la
masturbación.
Adiestramiento en Empatía. Con la finalidad
de sensibilizar al parafílico a la responsabilidad ética de no imponer sus intereses sexuales a personas ajenas a sus deseos, el entrenamiento de empatía en el tratamiento de las parafílias incorpora cinco segmentos (Maletzky, 1997): 1) La identificación de la víctima (en esta fase del entrenamiento el terapeuta ayuda al parafílico a identificar a quién afecta su conducta, 2) La identificación del acto victimizador (enseñar la conducta parafílica que hiere a la víctima), 3) La identificación del daño (hacer explícito el daño causado a la víctima por la actuación del paciente), 4) Inversión de los roles (ayudar al paciente a ponerse en el rol de la víctima), 5) El desarrollo de la empatía misma (ayudar al paciente a experienciar, mediante la identificación por empatía, cómo se siente la víctima de actos parafílicos).
Entrenamiento de Habilidades Sociales. Muchas personas que sufren de condiciones parafílicas muestran un notable déficit en su capa capacidad de apreciar conducta interpersonal apropiada. El entrenamiento en la asertividad
(Lange & Jakubowski, 1978) sirve a muchos parafílicos para negociar sus necesidades sexuales de forma responsable con la otra persona. La asertividad tiene la potencia de ayudar a la persona tímida a poder expresar sus deseos de manera más directa, mientras enseña a la persona agresiva a expresar sus deseos sin imponer o explotar a otras personas.
Técnicas Cognitivas
La identificación de distorsiones preceptúas/conceptuales es el primer
paso en el tratamiento cognitivo de las desviaciones sexuales. A
pesar de que cada parafilia en sí tendrá unas distorsiones particulares a la condición que incorpora, la persona que las padece es un individuo y, por consiguiente, sus cogniciones disfuncionales tienen que ser identificadas individualmente y específicamente; de poca ayuda al paciente es darle un discurso teórico de los errores del pensamiento
parafílico, o una lección genérica de las distorsiones cognitivas inherentes en las parafilias. Al contrario, el psicólogo necesita captar y mostrar ejemplos reales de las ideas irracionales del mismo paciente. Estrategias
como la de identificar en el acto
los pensamientos irracionales cuando aparecen y utilizar argumentos ya adiestrados anteriormente en la terapia para refutarlos y reemplazar los con ideas que
corresponden más a la realidad. Tales
estrategias tienen que practicarse hasta que se dé el resultado buscado, o sea, hasta lograr una reducción de las distorsiones
asociadas con la
parafilia tratada.
Tratamiento Farmacológico
Tratamiento hormonal. Las personas parafílicas tratadas con hormonas suelen ser aquellas que representan un peligro real para la sociedad. Personas condenadas por crímenes sexuales como la violación, la pedofilia consumada, o el exhibicionismo repetitivo pueden ser sometidas a un régimen de hormonas que reduce el interés sexual del paciente. Tal régimen es lo equivalente de una castración química, aunque temporal. En
la práctica, la terapia hormonal en el tratamiento de las parafilias suele funcionar como adjuntivo a las terapias conductuales/cognitivas.
Tratamiento con medicamentos psicoactivos. Aunque ninguno de los fármacos psicoactivos es tan eficaz en reducir la problemática de la conducta parafílica como lo son las hormonas antiandrógenas, hay una lista larga de medicamentos que han sido utilizados con este objetivo. Todos estos medicamentos psicoactivos tienen algo en común: reducen el libido. El medicamento preferencial del momento es Fluoxetina (Prozac), porque es un medicamento que se tolera bien, con efectos secundarios menores que los otros medicamentos usados históricamente, y es un medicamento eficaz en la reducción del deseo sexual; para ser más preciso, un 70% de los pacientes que toman Prozac experimentan una reducción del libido (Burnstein, 1983).
El respeto como eje de las relaciones con la comunidad
La experiencia humana alrededor de la
sexualidad implica la diversidad, las diferencias, lo que puede ser distinto a la experiencia personal. Cuando
se habla de sexualidad se hace referencia a las potencialidades y a los significados mentales de la experiencia erótica, a la vinculación
genérica y reproductiva
de los individuos.
La percepción de la sexualidad no escapa a
los matices ideológicos y culturales predominantes en los distintos momentos de la historia de la especia
humana. Lo que moralmente es aceptable para un grupo cultural en un momento histórico determinado, puede ser abominable para otro o inclusive para
el mismo individuo. De allí que se requiera de la contextualización
universal de los derechos
humanos y sexuales así como el acatamiento de éstos si es que no se quiere reproducir la cultura de la marginación, de la violencia y de
la intolerancia.
Bibliografía
M. Muse y G. Frigola (2003); La Evaluación y Tratamiento de Trastornos
Parafilicos; Medicina Psicosomática y Psiquiatría de Enlace.
No comments:
Post a Comment