Los trastornos sexuales se caracterizan
por una alteración de los procesos propios del ciclo de la respuesta sexual o
por dolor asociado con la realización del acto sexual. El ciclo completo de la
respuesta sexual puede dividirse en las siguientes fases:
1. Deseo: Esta fase consiste
en fantasías sobre la actividad sexual y el deseo de llevarlas a cabo.
2. Excitación: Esta fase
consiste en la sensación subjetiva de placer sexual y va acompañada de cambios
fisiológicos. Los cambios más importantes en el varón son la tumescencia
peneana y la erección. (…) en la mujer son la vasocongestión generalizada de la
pelvis, la lubricación y expansión de la vagina, y la tumefacción de los
genitales externos.
3. Orgasmo: Esta fase
consiste en el punto culminante del placer sexual, con la eliminación de la
tensión sexual y la contracción rítmica de los músculos del perineo y de los órganos
reproductores. En el varón existe la sensación de inevitabilidad eyaculatoria,
que va seguida de la emisión de semen. En la mujer se producen contracciones
(no siempre experimentadas subjetivamente como tales) de la pared del tercio
externo de la vagina. Tanto en el varón como en la mujer el esfínter anal se
contrae de manera rítmica.
4. Resolución: Esta fase
consiste en una sensación de relajación muscular y de bienestar general.
Durante ella los varones son refractarios fisiológicamente a la erección y al
orgasmo durante un período de tiempo variable. Por el contrario, las mujeres
son capaces de responder a una estimulación posterior casi inmediatamente.
Los trastornos de la respuesta sexual
pueden aparecer en una o más de estas fases. (…) En los criterios diagnósticos
no se intenta especificar la frecuencia mínima de las situaciones, actividades
o tipos de contacto sexual en los que puede aparecer la disfunción. Este juicio
debe establecerlo el clínico, que ha de tener en cuenta diversos factores como
la edad y la experiencia del individuo, la frecuencia y la cronicidad del
síntoma, el malestar subjetivo y el efecto sobre otras áreas de actividad.
La disfunción orgásmica es una
inhibición de la fase orgásmica del ciclo de respuesta sexual. La condición se
denomina primaria cuando la mujer nunca ha experimentado el orgasmo a través de
ningún medio de estimulación y secundaria si la mujer ha logrado el orgasmo en
el pasado, pero en la actualidad es anorgásmica.
La disfunción orgásmica primaria, donde
la mujer nunca ha experimentado un orgasmo, parece caracterizar alrededor del
10 al 15% de las mujeres. Las encuestas sugieren generalmente que entre un 33 y
un 50% de las mujeres experimentan orgasmos esporádicos y no están satisfechas
con esta frecuencia. Se cree que la ansiedad por el desempeño es la causa más
común de los problemas de orgasmos y que un 90% o más de estos problemas
parecen ser de naturaleza psicológica.
Algunas drogas pueden sedar y deteriorar
la capacidad de respuesta orgásmica, incluido el alcohol. Los antidepresivos
ISRS son una causa muy común de falta de orgasmo, orgasmo retardado u orgasmo
insatisfactorio en hombres y mujeres.
Rara vez, las condiciones médicas que
afectan la inervación de la pelvis (como la esclerosis múltiple, la neuropatía
diabética y la lesión de la médula espinal), los trastornos hormonales y las
enfermedades crónicas que afectan el interés sexual y la salud en general
pueden ser factores.
Las actitudes negativas hacia el sexo,
relacionadas con experiencias de la infancia, pueden inhibir la capacidad de
respuesta, al igual que los sentimientos no resueltos asociados con
experiencias de abuso sexual o violación.
En situaciones donde la mujer solía
alcanzar un orgasmo con regularidad, pero no lo logra actualmente, el problema
puede estar relacionado con una crisis marital y falta de acercamiento
emocional, lo que también puede disminuir el deseo sexual. El aburrimiento y la
monotonía en la actividad sexual también pueden contribuir con una anorgasmia
secundaria. Con frecuencia, las mujeres son muy tímidas o les incomoda
solicitar el tipo de estimulación (y el momento de estimulación) que mejor les
funciona y esto también puede conducir a esta condición.
Criterios para el diagnóstico de F52.3
Trastorno orgásmico femenino [302.73]
A. Ausencia o retraso persistente o
recurrente del orgasmo tras una fase de excitación sexual normal. Las mujeres
muestran una amplia variabilidad en el tipo o intensidad de la estimulación que
desencadena el orgasmo. El diagnóstico de trastorno orgásmico femenino debe
efectuarse cuando la opinión médica considera que la capacidad orgásmica de una
mujer es inferior a la que correspondería por edad, experiencia sexual y
estimulación sexual recibida.
B. La alteración provoca malestar acusado
o dificultad en las relaciones interpersonales.
C. El trastorno orgásmico no se explica
mejor por la presencia de otro trastorno del
Eje I (excepto otro trastorno sexual) y
no es debido exclusivamente a los efectos fisiológicos directos de una sustancia
(p. ej., drogas o fármacos) o a una enfermedad médica.
Especificar tipo:
De toda la vida
Adquirido
Especificar tipo:
General
Situacional
Especificar:
Debido a factores psicológicos
Debido a factores combinados
Bibliografia:
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM - IV)
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM - IV)
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