Sunday, October 5, 2014

¿"Edging" y Hombres Multiorgásmicos?

¿Hombres con Orgasmos Múltiples?

El hecho de que los hombres puedan tener múltiples orgasmos sigue siendo tan sorprendente para todos, hombres y mujeres, quizá es algo dificil de creer. Los orgasmos múltiples en las mujeres solo han sido reconocidos y aceptados como al normal en los últimos cuarenta años. Lo que es todavía mas increíble es el número de mujeres que se han hecho multiorgásmicas desde que se descubrió que era posible serlo. Desde los años cincuenta, cuando Alfred Kinsey dirigio sus famosos estudios sobre sexualidad humana, el porcentaje de mujeres que experimentan orgasmos múltiples se ha triplicado, pasando del 14 al 50 por cierto.

En la década de los ochenta, los sexólogos William Hartman y Marilyn Fithian descubrieron que aproximadamente el 12 por ciento de los hombres estudiados eran multiorgásmicos; la compañera de un hombre multiorgásmico recordaba: “La primera vez que mi novio tuvo un orgasmo sin eyacular no podía creerlo. Evidentemente estaba experimentando tanto placer como siempre y yo podía sentir la pulsación de su pene, pero para mi sorpresa no había semen y algunos momentos después pudimos continuar haciendo el amor. Todavía me intriga que pueda tener un orgasmo tan intenso sin eyacular. Ahora lo que realmente me sorprende es que eyacule”. Otra compañera de un hombre multiorgásmico describió lo que experimenta cuando su compañero tiene un orgasmo sin eyacular: “Mi pareja deja de moverse durante un rato, gime y tiembla. Puedo sentir su pene pulsando intensamente dentro de mí. Antes eso hubiera sido el final, pero ahora ya no es así”. Los orgasmos múltiples son sólo el principio.

En Occidente, tendemos a ver el orgasmo como la totalidad y el fin último de la sexualidad, .y muchas mujeres dedican mucho tiempo a preocuparse de si son orgásmicas, y de cuándo y cómo lo son. En la sexualidad oriental, el orgasmo, se trate de uno o de muchos, no es el objetivo, estas cumbres del placer solo son una parte del proceso extático de hacer el amor.

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ADVERTENCIA: 
AL FINAL PODRÁS ENCONTRAR ALGUNOS 
VIDEOS SOBRE EDGING, EL MATERIAL ES DE INDOLE PORNOGRÁFICA
SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.

Todo lo Que Necesitas Saber Sobre… “Edging”

Edging, esencialmente significa “llevarte a ti mismo tan cerca del orgasmo, tantas veces como sea posible, pero sin eyacular”. Es una técnica que se utiliza también en el tratamiento de la Eyaculacón Precoz (EP), pero que permite a los hombres que lo practican, incrementar el tiempo de sus relaciones sexuales sin eyacular en un lapso de tiempo mayor al que acostumbraban, pero no es algo sencillo, podemos compararlo como si fuera un dia de gimnasio,  necesitamos saber lo básico, como el peso que podemos levantar, el movimiento y la intensidad, hasta llegar a un programa que dará resultados.

Pera el tratamiento de la EP y aprender a controlar la respuesta eyaculatoria para durar más tiempo no son la sunicas formas de practicarlo, una de ellas es la inclusion de la pareja, pero esto conlleva un proceso, el conocer los signos que anticipan la eyaculación, como el cambio de respiración o la contracción de los músculos, es un proceso que ayuda a conocer al otro y que permitirá tener mayor placer para ambos.

Otra forma de usarla, es dentro del mundo BDSM (Disciplina Bondage Sadomasoquista), en donde los juegos de rol y el permitir a la pareja que tome el control sobre el cuerpo, la estimulación y el momento en que debe presentarse la eyaculación, puede resultar excitante para algunas personas, pero claro esta, no a todos les gusta el BDSM, pues sabemos que esta técnica esta destinada a someter y causar ciertas sensaciones dolorosas, que a la vez pueden producir placer, pero esa es el gran problema… ¡No todas las personas soportan el mismo dolor que otras, e incluso, a algunas les desagrada la idea de sentirse “lastimados”!.

Algunos dicen que el Edging ayuda a "profundizar la conexión consigo mismo, o la respuesta sexual de la otra persona". Al intentarlo, se puede aprender como responde el cuerpo ante ciertos estímulos sexuales y así, tener un mejor control sobre la eyaculación. Otros encuentran placer en la práctica del Edging. Físicamente, nuestros cuerpos producen la sensación de la eyaculación, pero nuestra mente es la que desencadena el orgasmo. Con esto podemos entender que al no enfocarnos en la eyaculación, podemos incrementar la experiencia orgásmica, incluso intensificarla.

He mencionado que esta técnica puede aumentar la percepción de las sensaciones. Pero, vale la pena decir que es también un medio para la educación. Gran parte de nuestra experiencia con el sexo, sobre todo en la adolescencia, se gana por nosotros mismos. Esto no es tan malo como suena. A través del autoplacer o la masturbación aprendemos a satisfacernos a nosotros mismos y a su vez cómo queremos que los demás nos complazcan. Sin embargo, con la experiencia viene la idea de que todavía puede haber placeres que tenemos que descubrir, es aquí donde el Edging se vuelve una vía para el descubrimiento sexual.

Tambien es importante decir que todavía hay una gran cantidad de desinformación sobre la respuesta sexual masculina, pues a menudo las personas se sorprenden al saber que la eyaculación y el orgasmo en los hombres son en realidad dos eventos separados. La eyaculación es un evento fisiológico, algo que se puede observar, mientras que el orgasmo, es una experiencia subjetiva.




Masaje Erótico



Los masajes se han utilizado tradicionalmente para solucionar problemas físicos, pero, al margen de su función terapéutica, los expertos afirman que esta técnica sirve como instrumento de comunicación para potenciar las relaciones personales. En este sentido, las distintas formas de masaje se basan en la necesidad de contacto físico que sentimos desde que somos recién nacidos hasta la exigencia de caricias más íntimas en la edad adulta.
"Las sensaciones que provocan las caricias, roces, besos, abrazos y frotamientos de la piel son un vehículo para pasar de la comunicación corporal a la mental al entrar en un estado total de abandono.  Para ello, tan importante como aprender a tocar es disfrutar del placer de ser tocado", explica Ana de Calle, sexóloga del Centro Integral de Salud CERES. Además, estos masajes, que los expertos denominan sensoriales o sensuales porque su fin no es únicamente aumentar el placer sexual, proporcionan diferentes ventajas.

Refuerzan la confianza. "El temor al contacto en cualquier zona del cuerpo -y no exclusivamente en los genitales- puede ser una limitación para disfrutar de las relaciones, ya que muchas personas se bloquean por este motivo. En este sentido, los masajes sirven para romper la barrera psicológica que impide dar y recibir caricias en las zonas prohibidas, que en algunas personas pueden ser partes aparentemente tan poco problemáticas como los muslos o el vientre", apunta Ana de Calle. Por otro lado, "los masajes reducen la ansiedad  que provoca el temor a quedar mal con la pareja cuando existen problemas de impotencia por bloqueos psicológicos, porque con ellos se amplían las zonas del cuerpo -el hombro, la nariz, la boca...- con las que proporcionar placer a la compañera. Y cuando los amantes no se conocen mucho, este juego sexual es un método perfecto para relajarse, al saber que no hay que llegar al coito necesariamente", dice Carlos San Martín, terapeuta y pedagogo de la Sociedad Sexológica de Madrid. Aumentan el deseo.


Los expertos diferencian entre el masaje sensorial y el sexual. El primero ayuda a despertar el deseo tocando los tobillos, los dedos de los pies, las rodillas, los muslos... mientras que el segundo se centra exclusivamente en las zonas erógenas -pechos y genitales-. "La estimulación sensorial se realiza sin exigencias y no tiene por qué culminar en el coito. En cambio, el masaje sexual es como una masturbación, sirve exclusivamente para alcanzar el orgasmo y puede dejar insatisfechos a quienes necesitan una comunicación más completa que la que proporciona el simple contacto físico", dice Ana de Calle.
No obstante, "el masaje sensorial también ayuda a relacionarse sexualmente porque a través de la estimulación en los pies o en las manos se puede llegar al orgasmo", dice San Martín. Prolongan el orgasmo.

Los masajes mejoran la circulación sanguínea y hacen que el oxígeno llegue con más facilidad a todo el cuerpo, lo que permite prolongar el orgasmo. "También se pueden aplicar para retrasar el momento del clímax, con ejercicios específicos que ayudan a distender la tensión muscular que aparece cuando nos excitamos", apunta Carlos San Martín.

Rompen la monotonía. "Ayudan a ver la relación como un juego, por lo que se pueden utilizar para romper la monotonía y recuperar el deseo en las parejas que han caído en la rutina", explica Ana de Calle. El juego del amor Antes de realizar estas técnicas, conviene aprender a respirar de forma lenta y profunda, ya que al ralentizar la respiración se puede controlar mejor la excitación que siente también quien las hace. "Aprender esto en un masaje sensitivo es tan importante como realizar bien los movimientos de las manos. Al lograr sincronizar la respiración, la pareja fluye en la misma sintonía y puede alcanzar el equilibrio psíquico que proporciona esta práctica", apunta el masajista tántrico Jorge Jordán. Por otro lado, hay que prescindir de los movimientos precipitados y ser capaz de utilizar las manos, la boca, el pelo y los pechos de forma lenta y progresiva para captar las reacciones del otro. "Además, las sensaciones se hacen más intensas utilizando plumas u otros materiales al acariciar a la pareja", apunta Ana de Calle.


También ayuda a aumentar el placer el uso de aceites aromáticos, que según explica Stephen Russell en el libro El Tao del masaje sexual, "potencian el deseo porque contienen sustancias que imitan el olor de las hormonas sexuales". Al aplicarlos, hay que tener en cuenta que estas sustancias están muy concentradas, por lo que no se deben utilizar directamente sobre la piel. Lo correcto es realizar una mezcla con un aceite base de origen vegetal –sin aditivos- al que se añaden unas gotas del aroma que se vaya a emplear -entre seis y ocho gotas de esencia para 20 ml (dos cucharadas de postre) de aceite base sin olor-. "En cuanto a los masajes en los genitales, lo más adecuado es comprar un lubricante de farmacia o aprovechar los restos que quedan en las manos después de haber acariciado todo el cuerpo", añade Ana de Calle.

Por último, los pasos a seguir pueden ser muy diferentes, pero en términos generales este juego se desarrolla en tres fases:
Preliminares. Sirven para establecer un equilibrio entre el cuerpo y la mente. Para ello, se debe estimular con suavidad la piel de todo el cuerpo, empezando con una presión suave y aumentando de forma progresiva ésta y la intensidad y frecuencia del movimiento. Este masaje se puede aplicar con la mano, con la yema de los dedos, con los labios e, incluso, con todo el cuerpo y es imprescindible que la pareja disponga de tiempo suficiente -una hora aproximadamente- para conseguir un acercamiento relajado y sin presiones.

Intermedio. En esta fase, se estimulan las zonas erógenas evitando el contacto directo con los genitales, para no provocar la necesidad de buscar el orgasmo. Se consigue estimulando la línea que va desde la nuca hasta la parte lateral de la pelvis, pasando por los pezones y la cintura. Plenitud. Si la pareja lo desea, éste es el momento adecuado para pasar directamente a los genitales. Su aplicación depende de los gustos y la propia sensibilidad de cada persona en esta zona del cuerpo, pero siempre conviene recordar que la finalidad de estos movimientos no es necesariamente llegar al orgasmo. Sin estridencias


Por último, el entorno es fundamental para que los dos miembros de la pareja consigan relajarse. Lo ideal es una iluminación suave -evitando las luces que den directamente en la cara-, una temperatura cálida -unos 22 °C- y un sonido ambiental sin estridencias. La superficie para el masaje puede ser un colchón lo suficientemente duro -como los futones japoneses- o varias mantas extendidas sobre el suelo. Además, se deben cubrir con una toalla las partes del cuerpo sobre las que no se esté trabajando, para mantener una temperatura agradable en todas ellas.


Juegos Eróticos

Generalmente a las mujeres les cuesta mucho más tiempo llegar al orgasmo durante el coito que a los hombres, por eso es que el juego previo es un arma que puede ayudar a que ella se deshaga de inhibiciones, inseguridades y cualquier otro factor que no la deja llegar al clímax, además de que la pareja puede experimentar situaciones nuevas, salir de la rutina, así como el hecho de que estos juegos, llegan a mejorar la comunicación en la pareja.


Más espera... más ganas… Si quieres que sea una noche de sexo desenfrenado, empieza por preparar todo desde temprano (claro, en ocasiones el tiempo no está a nuestro favor, pero al menos un día podríamos intentarlo); y no, no hablamos de cambiar las sábanas, sino de iniciar con juego desde que comienza el día; puedes mandarle mensajes sexys a tu pareja mientras está en el trabajo, tal vez una foto enseñando un poco; las ganas los mantendrán a la expectativa de lo que sucederá por la noche. El deseo y la tensión sexual, serán más intensos para cuando estén juntos... ¡y eso que solo es el inicio!

Sentidos… No es sólo cantidad, también calidad. Si quieres hacer que tu pareja “se derrita” en la cama, asegúrate de no darle sólo unos cuantos besos y caricias, aprende a llegar más lejos y estimular cada uno de sus sentidos; la vista es lo primero que pensamos al momento de querer estimular a la pareja, y es que también puedes involucrar los demás sentidos, el sonido de la respiración puede ser algo excitante para algunos, usar objetos como plumas o algún tipo de comida para estimular tanto el gusto como el tacto también, el punto es improvisar, dejar la imaginación volar, y aunque a mucha gente le cuesta trabajo, pueden ir poco a poco… por algo se empieza…

Cuerpo... El cuerpo no son sólo las partes sexuales, recuerda que todas las partes, ¡sí!, todas tienen terminaciones que pueden ser muy excitantes, así que un masaje con un poco de presión, aceites y algún aromatizante para el ambiente, harán que los dos se relajen... y se dejen llevar.

Ambiente… Para darle más "sabor" a la escena, puedes crear la atmósfera perfecta; música, velas y hasta algo de comida pueden complementar el cuadro, pero todo depende de tus gustos y los de tu pareja, y con esto, se nota el nivel y calidad de comunicación que tienen… y no lo tomen como un reto (“¡Apuesto a que esto le gustará!”)… como pareja, pueden ir empezando a conocer cosas que no sabían del otro.

Dirty Talk... Las palabras "sucias" pueden ser muy excitantes para algunos, y puede que aún no lo sepan. Pero sí crees que definitivamente no es lo tuyo, entonces endulza el oído de tu pareja y diviértanse haciendo del sexo un momento íntimo de diversión, complicidad y gozo.

Ritmo lento pero constante... Cuando el juego previo sólo es una fase para llegar a un fin, resulta todo un desperdicio, pues la idea es hacer de este momento una situación única, no un camino a la penetración. Lo más recomendable es que mantengan un ritmo lento, pero sin pausas, dejando que sus cuerpos les digan los momentos ideales para aumentar la pasión. Así que no se quiten la ropa inmediatamente, háganlo poco a poco…como si estuvieran dejándose llevar por el ritmo de alguna canción.

Prueba... Si no lo has probado, ¿cómo sabes que no te gusta? No te puedes negar a tener nuevas experiencias, ¿te imaginas lo excitante que puede resultar? Desde usar algún juguete hasta tener sexo en un lugar público. El chiste es que ambos estén de acuerdo en la aventura que quieren realizar y se animen a probar.

Cine… Desde una película romántica, pasando por una erótica, hasta llegar al porno… puede ser una opción para todos aquellos amantes del cine. Es una buena forma de despertar el apetito sexual de ambos y también una manera de conocer nuevas posiciones y trucos para ese momento de consumación del amor, pero deben recordar que la comodidad es importante.

Sexo oral... Aunque muchos se resisten, esta forma de sexo puede traer más satisfacción de la que te imaginas, sólo necesitan liberarse de prejuicios y disfrutar. ¡Deja las inhibiciones!, y recuerda, aun cuando sientas que no eres el más hábil con la boca, ¡la practica hace al maestro!... y de paso descubres que le gusta a tu pareja.
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Al inicio se mencionó que estos son juegos previos pero ¿Cuál es la manera correcta de nombrarlos? ¿Juegos Previos (Preliminares) o… Juegos Eróticos?
La palabra “preliminar” significa que procede y prepara el objeto principal. Si hablamos de sexualidad, ¿cuál es éste objeto principal? Desgraciadamente, hoy en día la respuesta más habitual aún está centrada en el coito, de manera que el juego sexual pasa a convertirse meramente en eso: un preliminar, de pocos minutos de duración, con la intención de preparar el cuerpo  para alcanzar el objetivo de la penetración. La importancia del juego del erotismo y la seducción en las relaciones sexuales es incuestionable, pero la pregunta es: ¿realmente lo podemos reducir a un juego previo, de tiempo limitado y entendido como un preparatorio? ¿O tendríamos que hablar de un continuo?

Nuestra sociedad patriarcal, basada en les relaciones asimétricas, centrada prácticamente de forma exclusiva en los órganos genitales y la actividad coital, así como en las necesidades y el placer del hombre, deja la sexualidad de la mujer y su placer en un segundo plano, sin validez. Hoy en día aún arrastramos diversas creencias limitadoras que nos ha dejado esta “herencia”. Es cierto que, mayoritariamente, el placer ya se acepta como un derecho y se desliga de la reproducción; también hay mayor diversidad sexual y la mujer ha hecho oír su voz, pero aun así se continúan utilizando unidades de medida prioritarias y exclusivas: el coito y el orgasmo continúan siendo el objetivo, lo que frecuentemente conlleva gran ansiedad de ejecución, por parte de los hombres y sentimientos de frustración en las mujeres por no disfrutar plenamente. Dentro de este modelo de sexualidad aparecen los tan comúnmente denominados “juegos preliminares”, preliminares a la penetración.

Es importante reflexionar y superar estas creencias y actitudes para podernos brindar la oportunidad de comprender las relaciones sexuales como un juego erótico continuo, con el único objetivo de disfrutar de la experiencia; como si cada relación íntima se tratase de un menú en el que se permite probar con curiosidad, imaginación y afecto, cada parte del cuerpo, probando presentaciones diferentes, comiendo de manera diferente y, sobretodo, dejando de concebir el coito como el plato principal de cada día.

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y está formado por infinidad de terminales nerviosas, lo que la hace muy sensible al contacto afectuoso y juguetón. Las zonas erógenas son todas aquellas partes del cuerpo (no exclusivamente los genitales) que resultan más sensibles y placenteras al contacto íntimo y que nos producen deseo y excitación sexual. Estas zonas varían según los gustos personales, así que lo mejor es descubrirlas, individualmente y/o en pareja, para fomentar así el autoconocimiento y poder expresar lo que nos gusta y lo que no, creando un clima de intimidad en el que sentimos que podemos ser nosotros mismos, donde reforzar la comunicación emocional, la autoestima y la confianza mutua.


¿Juegos preliminares o juego erótico? Lo que simplemente puede parecer un juego de palabras se puede convertir en un gran cambio en nuestra concepción de la sexualidad. Si seguimos adoptando la primera postura nos limitamos a un objetivo, un tiempo y una práctica sexual concreta y esperada -y a menudo no del todo satisfactoria. Concebir como válido el juego erótico como un continuo, un todo, nos regala la oportunidad de jugar, crear, experimentar y conocer aquello que realmente nos hace sentir intimidad y placer, interiorizando y sintiendo la relación existente entre el cuerpo, la mente y la emoción.